miércoles, 18 de enero de 2012

No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.
Te quiero sólo porque a ti te quiero, 
te odio sin fin, y odiándote te ruego, 
y la medida de mi amor viajero 
es no verte y amarte como un ciego.
Tal vez consumirá la luz de enero, 
su rayo cruel, mi corazón entero, 
robándome la llave del sosiego.
En esta historia sólo yo me muero 
y moriré de amor porque te quiero, 
porque te quiero, a sangre y fuego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario